Es una fruta cítrica de la Selva del Perú, la segunda en el mundo
después de la naranja, que contiene una concentración más alta de vitamina C. Un
potente antioxidante que limpia el cuerpo y es capaz de prevenir algunos tipos
de cáncer, dolencias cardiovasculares y envejecimiento celular; mejora la
memoria y el asma. Asimismo, fortalece el sistema inmunológico y contribuye a
que se elimine ciertos metales pesados de nuestro sistema.
Además,
un estudio del Instituto Nacional de Estudios Amazónicos (INPA) de Brasil
reveló que esta tiene un efecto en la reducción de grasas y de azúcar en la
sangre. Otro estudio, publicado en el Journal of Agricultural and Food
Chemistry, nos dice que tiene cantidades elevadas de ácido elágico, un
flavonoide que tiene efectos antidiabéticos, por lo que la hace una fruta
segura para personas con diabetes y pre diabetes.
El
chef peruano Flavio Solórzano
nos dice: “Yo
creo que es el único, además de la limonada, que es capaz de quitarte la sed.
El tipo de acidez y su sabor lo hacen perfecto para acompañar un almuerzo”.
Lo
podemos encontrar en distintos lugares, desde supermercados hasta en esas tiendas
que pueden estar cerca a nuestros hogares. En los supermercados se vende la
pulpa de este fruto, con la que se puede elaborar jugos, cremoladas, postres o
lo que usted desee experimentar con esta fruta.
En el extranjero, el camu-camu entró
al mercado como un jugo energizante para luego incluirse en la realización de
licores y ahora causa sensación en vinagre para las ensaladas de fruta. Es
común como un complemento nutricional y fitoterapéutico para ciertos
tratamientos de la depresión y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Es
solo cuestión de tiempo para que esta fruta de la Amazonía peruana conquiste el
resto del mundo gracias a sus propiedades en vitaminas y sabor.
Mariaclaudia Montes
Alva.
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